Corazón Congelado - La Caminata

Los copos de nieve caían con suavidad, vestían de blanco el auto de Jessica y poco a poco lo enterraban bajo un manto frío y sepulcral. Cuando hubo recobrado el conocimiento, ya parecía de día y su visión era un poco borrosa debido a lo aturdida que se encontraba. Desconcertada, Jessica apartó su cabeza del volante y con mucha delicadeza empezó a mover las articulaciones del cuerpo; revisaba que no tuviese alguna herida grave como una fractura o entumecimiento por las altas temperaturas que la abrazaban sin miramientos.

Notó que tenía sangre en la frente, ya seca y coagulada, y el labio un poco roto y adquiriendo un color morado. Reaccionó entonces y volvió completamente en sí, se desabrochó el cinturón de seguridad y en seguida tomó una chaqueta de invierno que llevaba en los asientos traseros del auto. Recordando el accidente, y notando que difícilmente el auto respondería ante cualquier intento de ponerlo en marcha, tomó el celular e hizo una llamada a la línea de emergencias. <<Que extraño>> Pensó cuando atendieron la llamada pero no se oía más que interferencia y estática. Colgó e intentó llamar a sus padres, pero sucedió exactamente lo mismo.

_ Lo que me faltaba.

Jessica se bajó del auto y abrió la cajuela y entre algunas maletas y bolsos, decidió coger un bolso en el que llevaba algo de ropa, dinero y otras cosas de utilidad como de aseo personal. Cerró la cajuela, también la puerta del auto, guardó las llaves en uno de los bolsillos de la chaqueta y comenzó a andar por la carretera con la esperanza de que ese tal pueblo de Silent Hill que leyó en la valla no estuviese muy lejos de allí.

Al cabo de una hora se topó con la ambulancia que estaba siguiendo la noche anterior. Parecía accidentada; Jessica vociferó lo que le había ocurrido, pero nadie parecía estar dentro de la ambulancia. Se asomó por la ventanilla del copiloto y corroboró que en efecto estaba vacía. Esto le pareció algo extraño, jaló la manilla de la puerta y ésta se abrió. Se subió a la ambulancia y revisó la guantera; allí encontró un documento que llevaba por encabezado Alchemilla Hospital y un mapa que mostraba una gran parte del pueblo de Silent Hill, incluyendo el hospital.

Dobló y guardó el mapa en un bolsillo interno de la chaqueta, se bajó de la ambulancia y continuó caminando mientras detallaba lo que podía del documento. Estaba bastante dañado y casi no se podía leer nada. Lo único que Jessica alcanzó a deducir del documento fue que el paciente que llevaban en la ambulancia había sufrido quemaduras graves por el frío y requería tratamiento inmediato. <<Han de ser paramédicos de muy buena vocación para trasladar a ese paciente sin importar que la ambulancia dejara de funcionar… espero que lo hayan logrado>> Pensando en ello, apartó el documento y alzó la mirada para ver una serie de edificaciones a no más de ciento cincuenta metros de distancia.

_ Aquí debe ser _ dijo _ Silent Hill.

Y con la idea de encontrar ayuda, Jessica se adentró en un pueblo remoto del Oeste de Virginia. 

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No tengas miedo... ella no te hará daño.

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