Tercera Nota - No Hay Salida

Algo curioso de los extraños poderes que rigen éste pueblo es que nunca se sabe cómo va a resultar todo aquello más allá de las paredes de la Iglesia Balkan. Y por la expresión en los rostros de Daark Angel y Silver Torrez pareciera que éste día no sería la excepción. 

Nos hallábamos en la calle Bradbury observando un enorme vacío en el que debería estar el resto del camino de Bachman. Es como si el pueblo supiera que ibamos en esa dirección y decidió sabotear deliberadamente nuestro cometido. 

_ ¿Ahora qué?

Silver miró a su alrededor y declaró que el abismo se extendía hasta todo el lado izquierdo de la calle Bradbury, por lo que la única opción era llegar al estacionamiento que se encuentra al final de la calle Midwich.

_ ¿Estás loco? _ Dijo Angel _ Es muy arriesgado tomar ese camino.
_ Daark Angel está en lo cierto, Silver _ Intervino el Padre Richard _ ambos sabemos que eso es lo que el demonio quiere que hagamos.

_ Y yo sugiero que lo hagamos _ Me atreví a decir.


Los otros me miraron con extrema confusión. Como yo lo veía, era la mejor opción después de todo. El sólo pensar en dar marcha atrás y rodear el camino cruzando al centro de Silent Hill era el triple de arriesgado. Además no tendríamos certeza de que los caminos nos permitan llegar a nuestro destino. Echar un vistazo al estacionamiento que sólo estaba a un par de cuadras de distancia sonaba bien en mi cabeza.

_ ¿Por qué lo dejó venir, Padre?_ Angel me señaló con un bate de baseball que llevaba como arma _ Él duda de nuestra fe y ahora de pronto sabe por dónde hay que ir, seguramente la oscuridad ya domina su mente.

_ Yo lo sugerí primero, Angel _ Dijo Silver _ Ir por la derecha es la mejor opción que tenemos. Debemos dar el mensaje con la mayor rapidez que podamos a La Orden. Hay que tomar el riesgo.

Y así lo hicimos, caminamos por la calle Bradbury en línea recta, mas el abismo no parecía terminarse nunca. El sonido de un cuervo llamó mi atención y me detuve a verlo. Los otros se preguntaron por lo que parecía un extraño comportamiento. El Padre Richard Henry insistió en que siguiéramos deprisa y sin distracciones. Pero, el cuervo saltó de pronto y desplegó su vuelo con extrema inquietud. Angel y Silver se vieron atentos al peligro, se juntaron y prepararon sus armas.

_ Sólo era un cuervo, hijos míos _ Dijo el Padre _ no hay por qué...

Una manada de aves brotó de las profundidades del abismo neblinoso que yacía a nuestro lado. Parecía una interminable nube de insectos, sólo que mucho más grande. Nos tiramos al suelo para evitar que alguna de las aves nos picoteara, pues estaban volando en todas direcciones a muy baja altura por encima de nosotros. Luego, se elevaron y se perdieron en el cielo. Entonces la sirena de la iglesia sonó, tal como lo hacían para advertir la venida de un bombardeo.

Mi corazón se aceleró de una forma que nunca había sentido antes, la piel se erizó y los dedos de mis manos comenzaron a temblar. Era la primera vez que iba a experimentar la tan llamada Oscuridad. En efecto, la luz que cae del cielo se fue extinguiendo poco a poco hasta no dejar más que la luz de las linternas que llevaban los exploradores. Gracias a ellas pude ver como la textura del pavimento se transformaba en... piel humana... se despegaba del suelo y se elevaba como si la gravedad hubiese invertido su propósito. El suelo terminó convertido en grandes extensiones de rejas metálicas cubiertas de óxido y sangre. Unas cuantas gotas de agua comenzaron a caer del cielo cual lluvia inaudita.

_ Lo sabía _ Se levantó Angel del suelo _ ¡Lo sabía! ¡Infiel!

Corrió hasta mi con la intención de explotar mi cabeza contra el suelo con su bate. Silver y el Padre Richard lo detuvieron, lo empujaron con fuerza hacia atrás y trataron de calmarlo. 

_ Oigan _ Dije con horror mientras seguían discutiendo_ ¡Oigan! 

Pero fue demasiado tarde, la hoja de un cuchillo enorme atravesó a Angel por el pecho y luego lo dividió en dos.

_ Que Dios proteja nuestras almas, será su poder el que te lleve al infierno de donde has salido.

El Padre Richard predicaba ante una entidad colosal que llevaba un enorme casco de metal en forma de pirámide. El monstruo tomó al Padre por el cuello y estampó su enorme cuchillo con lentitud en la boca de su estómago. No pude mirar el resto, sólo escuché la voz de Silver diciendo que corriera entre los gritos de dolor por parte del Padre.

Seguí la carrera de Silver lo más rápido que pude. Aunque quería, no podía mirar atrás... y por más lento que pareciera el Cabeza de Pirámide, sus pasos y el chirrido del metal de su hoja se escuchaban tan cerca como si estuviera totalmente a su alcance.

_ Mierda ¡Mierda! _ Gritó Silver
_¡¿Qué sucede?!
_ ¡Entra al edificio, pronto! El estacionamiento no está, desapareció.

No estoy seguro de cómo nos ayudará eso, pero no discutí con él. Me apresuré a entrar al edificio como pudiera y allí me puse detrás de Silver. Parecía estar esperando algo con mucha ansiedad. Entonces, la Oscuridad devolvió los trozos de carne que se había llevado y todo el lugar se fue restableciendo poco a poco hasta que la luz del día entró con naturalidad por las ventanas del edificio.

_ Ya ha pasado_ Dijo Silver
_ ¡¿Pero qué mierdas ha pasado?! _ Grité con euforia, temor y desespero al mismo tiempo. 
_ Respira, te lo explicaré todo, pero respira.

Tenía náuseas, tuve que vomitar en las escaleras por las que recién habíamos subido. Me limpié la boca con la manga de mi ropaje y tras recuperar un ritmo respiratorio normal pregunté:

_ ¿Dónde estamos de todos modos?
_ En el lugar por el cual Angel no quería venir por éste camino... La escuela de Midwich.

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No tengas miedo... ella no te hará daño.

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