Quinta Nota - Encuentro Cercano

¿Alguna vez han sentido que caen a un abismo? O quizá... que se ahogan en el mar y no pueden hacer nada para evitarlo. Sí... han sentido que la vida se les escapa, pero al despertar, regresa como una bocanada de aire tras cien años sin respirar.


_  Ah, por fin despiertas.
_ ¿En dónde estamos?


Desperté y no tardé en darme cuenta que todo a mi alrededor estaba algo sombrío. El suelo estaba algo húmedo y francamente, a pesar de que casi todas las paredes del maldito sitio lucían deshilachadas y maltrechas, éstas se veían grises y mal acabadas.

_ Estamos en el sótano de la escuela.

Silver parecía algo frío. En realidad, no sabría describirlo, su mirada se hallaba perdida y su cuerpo se notaba cansado.

_ ¿Qué fue lo que ocurrió? ¿Cómo fue que desapareciste así nada más? ¡¿Cómo rayos sigo con vida si salté desde una segunda planta?!_ Silver me observó como si aquello que estaba preguntando fuera algo indebido.

_ ¿Desaparecer, saltar de un segundo piso? _ Soltó una carcajada _ Así que la vieja escuela ya se está metiendo con tu cabeza. Era de esperarse, una oveja de Balkan como tú no pertenece al exterior.

_ Yo... escuché la voz de...

_ Te desmayaste _ Interrumpió _ Primero te levantaste del suelo y miraste hacia uno de los pasillos. Entonces, así como así te desplomaste como una piedra se hunde en el agua. De no haber sido por mí, probablemente estarías sirviendo de decoración de bienvenida en las escaleras principales de la primaria Midwich.

_ ¿Me desmayé?... pero, recuerdo haber subido al segundo piso. Había una niña, la vi, la oí ¡No estoy loco!

_ Estás en Silent Hill... ¿Qué esperabas?_ Silver se levantó y caminó hacia las escaleras _ Lo que sea que hayas creído ver o escuchar, especialmente a la niña... no des crédito a nada de eso, son artimañas del demonio para tentarnos a caer en la desesperación. Así es como le gusta trabajar... tortura tu mente, te engaña... ¡El punto es!... que estuviste fuera de conciencia por lo menos unas tres horas, tuve que arrastrarte hasta aquí para mantenernos a salvo. 

_ ¿A salvo de qué?

La sirena de la iglesia comenzó a sonar.

_ Supongo que lo verás con tus propios ojos.

La Oscuridad cubrió la poca iluminación que quedaba en el lugar. Los bloques de las paredes se cuarteaban hasta caer y romperse. Las rejas metálicas se dejaron ver una vez más, todo cubierto de sangre, óxido o piel cortada. Lo extraño era que... era la segunda vez que el entorno cambiaba su lógica. Es decir, el estrecho espacio de cuatro paredes que nos acogía se convirtió en un largo corredor de unos cinco metros de ancho por seis de alto. El agua hizo presencia también, gotas de agua que caían desde algún sitio que no podíamos ver.

_ Vamos ¿Qué esperas? Aparece _ Silver tenía un tubo de metal entre las manos y estaba en guardia, hablando con la oscuridad _ ¡Ven de una buena vez por todas! 

De la oscuridad, una figura se asomó lentamente. Parecía una persona pero... ¡Oh, por Dios! No tenía brazos, o estaban atrapados en su carne... carecía de rostro y toda su piel estaba quemada; chamuscada.

_ He estado haciendo esto mientras tú dormías princesita.

La abominación tenía un agujero enorme en su pecho del que salía algo de huno, un líquido negro y espeso que se derramaba por todo su cuerpo. Detuvo su andar, contrajo la postura y luego disparó un chorro de ese líquido en contra de Silver.

_ ¡Ah!... ¡Demonios! _ El líquido alcanzó uno de los brazos de Silver _ ¡Quema!
_ ¡Silver! Déjalo, corre... ¡oh mierda!

Detrás de la criatura se aproximaban unos tres o cuatro más. Silver pudo contener al primero, una vez lo hubo tirado al suelo con un golpe del tubo, lo apuñaló con el mismo hasta que dejó de moverse. Luego se dio cuenta de los otros monstruos y viró la mirada hacia mí. Pude leer en sus labios la palabra "Corre". No pude hacerlo,quise ayudar pero tras ver como Silver se lanzaba en contra de aquellas criaturas sin importar cuanto líquido mortal cayera sobre él tan sólo para retrasarlos... una parte de mí pensó que aquello sería en vano si no le hacía caso.

_ ¡Corre te digo!

Corrí en la única dirección que pude, contraria a donde se hallaban los monstruos. El corredor nunca parecía terminar. Y detuve mi carrera al ver que la niña aparecía de la lejana oscuridad. Caminó hacia mí, y a pesar de lo lejos que estaba, en dos pasos se encontraba justo en frente de mí. Sentí el cuerpo débil, pálido y por sobretodo inmóvil. Esa niña era... perturbadora. Su cabello negro y largo, pero desdeñado; su rostro infantil, pero manchado y tenebroso; sus ropas el uniforme escolar de Midwich, pero quemado en parte y roto por lo demás.

Alzó su brazo y con su dedo tocó mi pecho. Pude sentir que había algo en mi túnica que estoy seguro de que no estaba allí. Con mucho temor, metí mi tambaleante mano y saqué el cuaderno con el que había saltado por la ventana en aquella pesadilla. ¿Pero cómo, Silver dijo que no fue real?

_ ¿Quién eres, qué quieres de mí?

_ Mírame... _ Extendió sus brazos y de ellos brotaron llamas _ ...me estoy quemando.

Las llamas se elevaron y forzaron a cubrirme los ojos y caer al suelo. Rápidamente recobré el sentido, pero ella ya no estaba; tampoco lo estaba el corredor de metal oxidado o siquiera el sótano de la escuela. Ante mí había un gran mesón... era... detrás de mí había un gran recuadro de madera con sujetadores para llaves... vacíos. Una recepción, lo supe por el teléfono fijo que estaba en el mesón junto a un taco de papeles, o al menos lo sospechaba. Lo que realmente me hizo notar que era una recepción, fue un papel plegado que se hallaba guardado en una de las gavetas del mueble. 

Decía: "Grand Hotel"

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No tengas miedo... ella no te hará daño.

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